Historial | Perro adulto con problemas para defecar a pesar de diferentes dietas. |
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Diagnóstico | Hernia perineal unilateral izquierda con retención de heces |
Pruebas | Una simple palpación rectal fue suficiente para determinar cual es el daño y que estructura tenemos en la hernia. Ante la duda una ecografía o enema de bario nos permite ver bien la vejiga y recto respectivamente. Días antes se hace la analítica sanguínea previa y enema. Se mantiene unos días antes con dieta que acelera el tránsito intestinal. La última radiografía se realiza justo antes de la operación para garantizar que el tubo digestivo presenta poco o nulo contenido y que nos indica la eficacia del ayuno de las últimas 24h y de la dieta comercial utilizada que continuará tras la cirugía durante semanas. |
Tratamiento | Cierre del triángulo muscular perineal con elevación del músculo obturador interno. La sutura muscular en este caso será suficiente para asegurar una reparación fuerte del área perineal. A continuación se castra ya que los trastornos endocrinos por hormonas sexuales en el macho son una causa de esta hernia junto con el deterioro neurológico por estreñimiento crónico, la atrofia muscular senil y la patología prostática. |
Posicionado el paciente de cúbito prono y con la cola replegada cranealmente se sutura el ano y posteriormente se incide en lateral a éste sobre la hernia y desde la base del rabo a isquion. La debilidad muscular del diafragma pélvico ha generado una dilatación y flexura de la ampolla rectal donde se retienen heces que cada vez cuesta más evacuar. En otros casos evoluciona hacia la saculización y aparición de divertículos en recto. La debilidad muscular ha dejado paso a la grasa abdominal que se ha ido fibrosando y adhiriendo en esta zona.
Tras retirar un tejido graso-fibroso muy adherido y vascularizado se puede ver la zona con distintas estructuras que de derecha a izquierda son: ano suturado, esfínter rectal apartado con el dedo, grasa alrededor del anillo herniario abierto, músculo elevador del ano, bajo la fascia blanca estaría el ligamento sacrotuberoso y finalmente el bíceps se toca con el dedo más a la izquierda. Sin hemorragias y siendo delicados con el tejido estas estructuras se verán claramente lo que facilitará el cierre posterior.
Tras desperiostizar el obturador interno del arco isquiático lo elevamos y valoramos definitivamente si la musculatura será suficiente para un cierre seguro. En esta imagen dirigimos medialmente el elevador del ano y coccigeo y dorsalmente el obturador teniendo cuidando las estructuras vasculares y nerviosas como vasos pudendos, nervio perineal y más medial el pudendo y lateralmente el nervio ciático.
En este caso sí nos queda un cierre muscular potente sin forzar la tensión sobre los músculos que no están demasiado atrofiados. Algún punto lo pasamos por el ligamento sacrotuberoso con cuidado al pasar la aguja ya que está profundo y se hace mas bien a ciegas palpando el tendón. En la imagen a la derecha del nudo tenemos la parte ventral del obturador que se sutura con el elevador del ano en múltiples puntos. Hay puntos más internos entre obturador, elevador del ano y esfínter.
En caso de duda, antes del cierre definitivo, un ayudante no estéril puede realizar una palpación rectal para identificar cualquier posible debilidad en el cierre. Hay que retirar en ocasiones piel distendida sobre todo en casos crónicos. El uso de sutura intradérmica en este área evita picores y contaminaciones al no tener ninguna estructura que pueda retener restos de ningún tipo. La orquidectomía eliminará la acción de los andrógenos responsables en un tercio de recidivas y lesiones contralaterales. En principio yo no utilizo laxantes de ningún tipo tras la cirugía. La misma dieta previa se continúa algunas semanas para favorecer el vaciado e impedir dehiscencias de los múltiples puntos sobre las distintas estructuras.
Casos por orden de publicación: